http://zeehealing.com/?post_type=download Hace ya un tiempo hablé sobre una opinión de la que se habló en el Congreso IDP, la necesidad de mejorar los equipos, utilizar equipos cerrados dada la mayor seguridad que llevan parejos, buscando eliminar la existencia de redes zombie y la falta de control en la gestión de los derechos de autor en los equipos (un paso adelante para el DRM. Al menos esa es la teoría, pero justamente se utilizaron como ejemplo dos dispositivos muy discutibles.
buy Gabapentin from india Por un lado, se mencionó expresamente el iPod. Un dispositivo especializado que sirve "solo" para oir MP3. No obstante, podemos instalar Linux, juegos y multitud de aplicaciones gracias a los investigadores de la Red. Por otro lado, los móviles. Algunos de ellos se encutran bastante limitados, pero los que contaban con Symbian tenian un número ilimitado de posibilidades (un navegador real como es el Opera, reproductores de vídeo y de audio, emuladores, gps no oficiales, …) con la única limitación de la imaginación del programador.
El iPhone creo que no necesita presentación. Se ha presentado como un enorme avance tecnológico, y la gente ha hecho colas interminables para hacerse con uno. La realidad es que, quitando la pantalla multitáctil, es un terminal más bien modesto, aunque con el glamour de los terminales de Apple. Se ha intentado limitar la posibilidad de diseñar aplicaciones de terceras personas para este dispositivo, pero la verdad es que las medidas de seguridad se han visto desbordadas.
Por un lado, las contraseñas de acceso del superusuario al terminal ya han sido desbloqueadas, con todo lo que ello conlleva. El terminal requiere de su activación a través de AT&T e iTunes, pero gracias a los nuevos descubrimientos esto ya no es necesario. La verdad es que el requisito que tenía de forma oficial provocó que mucha gente tuvo un par de días un pisapapeles bastante caro.
Pensemos en lo que podría llegar a suceder en el caso que hubiera un servidor de acceso remoto en el teléfono. Esta contraseña es por lo visto la misma en todos los equipos, lo que nos pone ante un peligro potencial. Por otro lado, ya hay multitud de iniciativas para desarrollar aplicaciones para eliminar ciertas limitaciones del terminal, instalación de flash, otros reproductores de audio.
Por mucho que se diga que un dispositivo es cerrado, siempre suele haber un camino para saltarse este impedimento. En ocasiones basta con utilizar programas, en otros debemos añadir dispositivos (ya sean chips o tarjetas). Pero los usuarios lo tienen claro, quieren un dispositivo que pueda hacerlo todo, todo y todo.
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